Reedición en vinilo (y CD), como es merecedor en la liturgia rockera, del quinto disco de una banda combativa e independiente como pocas. Ellos fueron la última independencia, como testimoniaron tozudamente a lo largo de su intensa trayectoria.
En Julio del ´88 salía a la calle el disco más oscuro de la historia eskorbutera. Vomitado desde las entrañas con el hastío de una vida ennegrecida por el hollín manado de las toberas de las fábricas, en la margen apaleada del Nervión.
Los años les habían curtido ya, y su carácter y actitud estaban claros, Eskorbuto eran sobre todo anti – todo. “Las más macabras…” es testigo directo de sus vidas, conducidas sin cortapisas, a bandazos por la hoja maltrecha y oxidada del filo de una navaja. Con la impronta que deja en sus corazones los embates de la sociedad, vengan de la izquierda o la derecha. Alcoba de la ponzoña que ha hecho poso la frustración. Libraron mil batallas que a la larga se han hecho victorias. Resolvieron con picardía situaciones imposibles y con estoicidad varapalos que minarían a cualquier banda, pero no a Eskorbuto.
Este disco supone un punto de inflexión, degeneración lo llamaban ellos, en la manera de idear sus artefactos. Las experiencias pretéritas con discográficas varias “aguaban” las expectativas de gran octanaje que sólo cabían en la calenturienta mente de Iosu, Con estas, siempre quedó el engaño en el aire rondando sus cabezas. A raíz de lo cual, se hizo imperativo la materialización de un disco auto producido, bajo el nombre de Buto – Eskor como padrino de la criatura.
Se embarcaron en un proceso de producción y distribución desconocido hasta el momento, que casi acaba con ellos. Sobretodo con Iosu, artífice máximo de esta aventura que lo dejó en la extenuación. Tras conseguir reunir el dinero necesario a través de un socio para tal fin, tuvo que encargarse de la práctica totalidad de la grabación del disco, con Jualma convaleciente en el hospital. Guitarras, líneas de bajo, voces, algunos coros y arreglos. Llegando a distribuir más de 3.000 LP´S de forma totalmente autogestionada a través del correo.
“Las más macabras de las vidas” destila pesimismo, pero también mucha pasión y arraigo por esa forma de entender la vida y el rock. Desafiantes, sin cortarse un pelo, honestos hasta la médula, sólo como ellos saben hacer las cosas, sin mediocridades.
Son nueve los cortes que conforman el álbum. En “Rock y violencia” nos espetan toda una declaración de principios, “acabad con nosotros si podéis, antes de que nosotros lo hagamos con vosotros”. Con “Pelos largos, caras enfermas” dejan a las claras que nada ha cambiado y no olvidan a aquellos que se la jugaron. En “Las más macabras…” y “La última pelea” Eskorbuto siguen retando a cualquiera que esté dispuesto a ponerles en el punto de mira, con un cierto resentimiento como telón de fondo, cual guerrero que va a la batalla a darlo todo pero espera el desastre a cada avance, “Iros a la mierda”, evidente, aflora la rabia hecha estandarte. La pegadiza “Felices días de tu vida” aborda la contemplación existencial de forma irónica, casi cruel. “Cántame una canción” se antoja vacilona, una canción para sacar la lengua y enseñar los dientes.
“Que corra la sangre” o que llegue al río, que es lo mismo. Vuelven a la carga otra vez directos, desafiantes, evocando tiempos pasados y hazañas épicas. Cierra el disco “Sangre”. A secas, una balada sangrienta a medio tiempo.
“Las más macabras de las vidas” es imperecedero y paradójicamente se presenta fresco de nuevo en el añorado y genuino vinilo. Gran oportunidad para saborear otra vez los sutiles matices a exasperación que rondan los surcos del disco más agrio de unos Eskorbuto que inoculan en el oyente , con más fuerza que nunca, la rabia y el agente nihilista del que fueron transmisores.
Texto: Guns of Brixton Records
