11 dic 2009

Eskorbuto "Demasiados Enemigos"




Eskorbuto revividos. “Demasiados enemigos” no es sólo el título de un disco mas de esta incendiaria banda santurtziarra, es el encargado de llevar a cabo la siempre difícil tarea de cerrar una etapa, de poner el punto y final a una combinación legendaria tal y como la conocimos hasta entonces.

Fueron una banda de su tiempo, y eso se nota a cada acorde o estribillo, marcado a fuego a través de los años por aquellos que danzaron y vibraron alrededor de las llamas del grupo maldito.

En los albores de la nueva década de 1990 nadie apostaba un duro por ellos. Han pasado once años ya desde que los chicos gamberros y traviesos del rock´n´roll emprendieran su particular cruzada que les conduciría a la gloria y también a la muerte, binomio que ha devenido inseparable a lo largo de su trayectoria. Tras tiempos eufóricos, divertidos y prolíficos emergían la pesadilla, el sudor, la sangre, los polvos de forma irreconciliable para consigo mismos. La degeneración hecha carne presidía el escepticismo en lo musical y en lo personal de una banda muy personal. El camino de espinas se confiere opaco, la solución: desbrozar a machetazos la maleza, cortando por lo sano y “sin mirar atrás”. No les deben nada a nadie y la lista de enemigos se torna indeclinable. La realidad supera con creces la ficción y las expectativas de cualquier grupo de postín con aspiraciones a ser los malos del rock.

Eskorbuto son ahora una banda más madura que si bien siempre supo lo que quiso no tuvieron mas remedio que luchar por sobrevivir, bien lo saben ellos. Los síntomas de esta situación laten con fuerza en este disco.

Han pasado más de tres años desde aquel oscuro “las mas macabras…” y cosechado pocas actuaciones y sí muchos detractores que no tardaron de tildar casi finiquitada la situación de la banda debido a su estado de salud y llegando a afirmar que no poseían ni instrumental. Es en este momento cuando acallan todas las voces con este “demasiados enemigos”. Como si de Atila y sus elefantes abriéndose paso se tratara, arremeten con uno de los trabajos mejor producidos del trío y en tiempo record una vez más. Sólo ellos son capaces de permanecer en letargo todo ese tiempo y llamar a la puerta al amanecer con este disco bajo el brazo. De nuevo a la carga, desenfundando “las armas”, listas de nuevo para apuntar sin vacilaciones, directos a la cabeza y detonandolas sin compasión. “Hacemos música porque en las tiendas no venden metralletas” sentenciaban. Sentimientos encontrados en “la mejor banda”, el último corte de la rodaja de gracia.

El disco comienza encarrilado más o menos en la misma tesitura que sus predecesores, con perfiles pesimistas como “nueva esperanza”. La Conmovedora”adiós reina mía” suena a despedida pero también insufla dinamismo al todo. Encontramos algunas curiosidades como “presagio” con reminiscencias a la canción que Iosu tenía ideada para “dena ongi dabil” de sus coetáneos Zarama. Temas desenfadados y alegres a la vez como “eskorbutín” y “emborrachate” e incluso un “cosas de la vida”, todas ellas en una onda más propias de Jualma. “Únete al desorden” entraña ciertas ganas de acción pero no lo suficientemente agresiva.

La cara B abre con “intolerable” el único tema, quizás, en la línea desafiante y de mosqueo que tanto gustaban de Iosu. Le sigue a esta “en la luna”, obra también de Jualma probablemente, facilona y alegre sin más. Retoman la por entonces ya clásica “no quiero cambiar”, canción que data originalmente del año 81 y que rescatan para este “demasiados enemigos” para afianzar su postura y darle más valor al conjunto y al momento. Para cerrar el disco asestan “la mejor banda del mundo”, orgullosos, grandiosos, soñando en ser tan grandes como los delincuentes más importantes del siglo XX. Siempre viscerales. Por siempre Eskorbuto.

Este es un disco único y especial por su legado y sus circunstancias que se reedita de forma extraordinaria en formato vinilo. Si no pudiste hacerte con él y pincharlo en su momento o simplemente eras muy joven para conocerlo este es el momento de hacerlo y sacarle chispas a tu tocata sin preocuparte de lo que el volumen pueda afectar a la estructura de tu keli.

Texto: Guns of Brixton Records

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